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El reto del reclutamiento ‘salvaje’

Decir que vivimos en una época de cambios es una forma muy sutil de expresar la revolución que estamos experimentando en las oficinas desde que el pasado marzo levantáramos una ronda de inversión de 10 millones de euros. Un punto de inflexión en nuestra historia que nos planteaba el reto más grande hasta el momento: […]

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Isabel García

HR Consultant


29 de julio, 2022

Decir que vivimos en una época de cambios es una forma muy sutil de expresar la revolución que estamos experimentando en las oficinas desde que el pasado marzo levantáramos una ronda de inversión de 10 millones de euros. Un punto de inflexión en nuestra historia que nos planteaba el reto más grande hasta el momento: seleccionar a los nuevos talentos que ahora forman parte de Sesame.

Este viaje con final feliz comenzó mucho antes, en el momento en que decidí que mis conocimientos en materia de Recursos Humanos podían cambiar el modo en que un equipo se forma y desarrolla, que trabajar en un ambiente que invita al crecimiento personal y profesional pone el foco totalmente en las personas

Cuando hace cuatro años entré por las puertas de las que antes eran nuestras oficinas en el centro de Valencia, lo hice llena de emoción por incorporarme a un proyecto donde el compañerismo era el protagonista, un lugar donde innovar y trabajar en un enfoque más actual, que empodera a las personas y fortalece a la compañía a través del trabajo en equipo

Este último punto es el más importante, es el que marca la diferencia, el día en que el “gran reclutamiento” llamó a nuestra puerta. La previa construcción de un equipo unido por el compañerismo, el cual ha elaborado una cultura empresarial muy potente, es la clave para no solo superar el reto que se nos venía encima, sino hacerlo sin perder de vista los objetivos que queríamos cumplir. 

La meta inicial era incrementar la plantilla en cincuenta personas con perfiles muy específicos para todos los departamentos, incluido el nuestro. Al comienzo de esta gran aventura éramos cuatro las personas que componíamos el equipo de Recursos Humanos, de las cuales solo dos nos dedicábamos a la parte más “humana” de la gestión del departamento. Volcamos nuestro 100% en el proceso de selección de personal sin descuidar el día a día de las personas que eran parte de la empresa. Al llegar a nuestro deadline ¡habíamos reclutado a ochenta y seis nuevas incorporaciones! 

Abordar esto a nivel más ejecutivo ha sido un reto mayor del que pensábamos. Muchos procesos a la vez, cada persona del equipo de RRHH llevando procesos distintos, y por supuesto teníamos que incluir a los managers. Las posibilidades de que se te pierdan cosas es infinita. Al final, supongo que como en todo, ha resultado que el secreto ha sido una buena organización y una buena comunicación. En nuestro caso para ayudarnos con esto utilizamos nuestro sistema de ATS y para mi ha sido la clave del éxito. Antes de enfrentarnos a esto no gestionábamos este tipo de procesos de forma digital, pero sinceramente ahora no creo que hubiéramos podido sobrevivir sin hacerlo.

Suena descabellado, miro atrás y siento orgullo por nuestro trabajo y nuestro equipo, y por el compañerismo y apoyo que recibimos durante todo el proceso. Cuántas veces escuché “¡tenéis que ampliar vuestro equipo! ¡Vais a explotar!”. Y no les faltaba razón, pero para mí el objetivo principal estaba claro y era: primero el resto de departamentos y luego el nuestro. Quería que tanto Sesame como Zeus funcionaran a total capacidad lo antes posible, y ya dedicaría el tiempo de encontrar a las personas adecuadas para unirse a nuestras filas. 

Y llegó el momento de aumentar el personal  del departamento de Recursos Humanos. Decenas de emails, una primera selección de perfiles acordes, innumerables llamadas telefónicas… todo un proceso que culminaba con entrevistas de hora-hora y media que yo misma agendaba al final de cada día. 

Para una empresa cuya cultura se basa en la humanidad, la gestión del talento y la mejora continua, incorporar al equipo que reclutara y gestionara el departamento, no era una labor simple. No quería a grandes estrellas, quería a las mejores personas, a las más competentes y combativas, esas a quienes se les plantea un reto y te responden: que sean dos. 

Y lo conseguimos, vaya que sí. Puedo decir, sin temor a equivocarme, que hemos creado un equipo de Recursos Humanos potente, tenaz, implicado, resolutivo… un equipo con quienes compartir la cultura y el compañerismo que tanto nos diferencia, un equipo con el que mirar a cualquier reto a los ojos y no temerle.  Me llevo una gran experiencia y un gran aprendizaje, segura de que si te lo propones, con ganas, con ilusión y con esfuerzo, no hay reto que se pueda resistir. Ninguno. 


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