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In Spain we say Gran Rotación

Como en otras tantas ocasiones, en nuestro país vivimos las cosas a nuestra manera. Y en lugar de experimentar una Gran Dimisión como la acontecida en Estados Unidos, aquí nos enfrentamos a la Gran Rotación, a la entrada y salida de personas dentro de las empresas a un ritmo acelerado. Y si en algo podemos […]

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Marcos Lopez

HR Consultant


31 de agosto, 2022

Como en otras tantas ocasiones, en nuestro país vivimos las cosas a nuestra manera. Y en lugar de experimentar una Gran Dimisión como la acontecida en Estados Unidos, aquí nos enfrentamos a la Gran Rotación, a la entrada y salida de personas dentro de las empresas a un ritmo acelerado. Y si en algo podemos estar de acuerdo, es en el hecho de que afecta a casi todas las empresas. 

Las personas buscan en otras compañías la posibilidad de mejorar sus condiciones, de encontrar nuevos retos o de desarrollarse profesionalmente. Por lo tanto, podemos afirmar que aunque muchas empresas se enfrentan a este problema, a cada una le afecta por motivos diferentes. 

¿Qué implicaciones tiene para las empresas la pérdida del talento? A groso modo y en un lenguaje que todo el mundo entienda, se trata de una valiosa pérdida de capital humano, de tiempo y de dinero. Hablamos de perder a una persona que ya es parte de la cultura de la empresa, quien comparte sus valores y conoce sus dinámicas, un tipo de pérdida intangible que será difícil recuperar. 

Una nueva incorporación cubre las necesidades de un puesto o departamento de una organización, y para llegar a ese punto se debe invertir tiempo en procesos de selección y reclutamiento de personal, en la formación e integración de la persona e implicar a diferentes departamentos y roles que pondrán de su parte para que la incorporación sea exitosa. Esto, por poco que nos guste, se traduce también en el dinero que pierde la empresa.

Es el momento de hacer introspectiva y contar con herramientas que nos ayuden a conocer cada detalle de lo que sucede entre nuestros equipos, cuál es su grado de satisfacción con la compañía y con las personas que les rodean, cuál es el ambiente general del lugar de trabajo. Si existe algo que está fallando o que podamos mejorar, la información será nuestra mejor aliada para evitar la catástrofe

Cada organización se debe plantear ciertas preguntas para determinar en qué situación se encuentran. ¿Qué se espera de ellas? ¿Qué pasos deben seguir para hacerlo bien? ¿Están logrando sus objetivos a la vez que cuidan la salud de sus equipos? Aquí entran en juego diferentes fuentes a través de las cuales podemos encontrar la respuesta y hacernos una idea del clima general. 

Por ejemplo, en Sesame ofrecemos planes de encuestas de satisfacción laboral, herramientas que ponemos en práctica entre nuestros propios equipos y de las que aprendemos, no solo sobre la situación dentro de la empresa, sino sobre el funcionamiento de las encuestas en sí. Es decir, a la vez que tomamos temperatura, ponemos a prueba nuestras propias herramientas evitando así hacer uso de métodos que ya no alcancen los objetivos deseados.

Desde mi punto de vista, todo pasa por darle valor y un uso estratégico a todos los datos e información que tanto empresa como equipos generan diariamente, analizarlos y llegar a las conclusiones oportunas. Éstas serán, precisamente, las guías para cualquier decisión que deba ser tomada. Es decir, el conocimiento nos dará la clave para evitar la pérdida de talento y advertir cualquier problema incluso antes de que éste se genere. 

Necesitamos poner el foco en las personas, en hacer entender a nuestros equipos que importan y, ante todo, que no se sientan “olvidados”. Demostrar que sus voces se escuchan y se tienen en cuenta realizando los cambios necesarios que fomenten su satisfacción y mejoren el clima general de la empresa. 

Trabajemos dentro del marco de la transparencia y la comunicación fluida, empleando herramientas como la evaluación de desempeño en las que nos sentemos con cada persona y tratemos los temas que más preocupan -y los que menos-, tracemos planes de futuro en conjunto, marcando nuestros objetivos como empresa y como profesionales. Y, por último y más importante, invirtamos en ofrecer un proyecto donde el salario emocional prime por encima de todo

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