Evaluación de desempeño

Cómo diseñar objetivos SMART en una organización

Características de los objetivos SMART

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Isabel García

HR Consultant

como establecer objetivos smart

13 de octubre, 2022

Plantear objetivos es una de las tareas más difíciles a las que nos podemos enfrentar. No siempre es fácil definir unas metas realistas, y mucho menos medirlas. Podemos aplicar distintos métodos para ello, entre ellos los objetivos SMART. Esta metodología implica que los objetivos cumplan con cinco requisitos:

  • Specific (específico): ¿qué quieres conseguir con él?
  • Measurable (medible): ¿qué indicadores vas a utilizar para medir su eficiencia?
  • Attainable (alcanzable): teniendo en cuenta los recursos de la empresa, la situación interna y los condicionantes externas, ¿se puede alcanzar?
  • Relevant (relevante): ¿qué importancia o interés tiene, para nosotros y/o nuestros clientes?
  • Timely (a tiempo): ¿cuándo queremos alcanzar esta conquista?

El hecho de contar con objetivos SMART nos ayudará a diferenciar los objetivos eficaces de los que no lo son. Aquellos realmente útiles para la organización frenta a los que no aportan nada.

Nos permiten establecer prioridades, una hoja de ruta y facilitar la evaluación del desempeño de los empleados. Por eso, hay que hilar muy fino a la hora de definir los objetivos SMART.

Cómo definir objetivos SMART: específicos

El primer requisito para que un objetivo sea considerado SMART es la especificidad. Para que sea realmente objetivo, debe incluir qué quieres conseguir, cómo lo quieres hacer y quién será el responsable. También deberíamos indicar hacia dónde orientaremos el equipo: público conocido, nuevos mercados, colaboradores…

Un error bastante común a la hora de definir los objetivos es, precisamente, no ser tan específicos como deberíamos. Por ejemplo, “aumentar las ventas” es un objetivo común para cualquier empresa. Sin embargo, está a años luz de ser específico. Necesitamos algo más para hablar de un objetivo SMART.

Podríamos proponernos “aumentar las ventas un 10% el próximo trimestre”. La cosa mejoraría, pero seguiría siendo insuficiente. En cambio, si hablas de “aumentar las ventas de los 5 productos más vendidos un 10% el próximo trimestre para centrarnos en nuevos productos” sí que tenemos la información completa. Eso es un objetivo específico.

Cómo definir objetivos SMART: medibles

Ya hemos definido nuestro objetivo. Ahora nos falta definir cómo mediremos el progreso en su conquista. Para ello, hay que ir estableciendo una serie de indicadores o KPIs que nos ayuden a analizar el progreso. Ten en cuenta que ningún objetivo se puede cumplir de 0 al 100% de forma automática.

Hay un camino intermedio, y necesitaremos unos indicadores que nos indiquen la evolución en diferentes periodos. No solo estableceremos los indicadores o KPIs, también habrá que dejar claro cómo se medirán estos. Para ello, necesitamos acceder a los datos necesarios que nos ilustren.

De vuelta al ejemplo anterior, si el objetivo es aumentar un 10% las ventas en un trimestre podemos establecer hitos mensuales. Así, el primer mes esperamos un crecimiento del 3%, el segundo del 4% y el tercero otro 3%. Además, habrá que acceder a los datos de ventas para saber si se están cumpliendo.

El hecho de contar con objetivos medibles nos permite modificar las estrategias si algo falla. En caso de que no se cumplan los indicadores, tendremos que reorientar los esfuerzos. Descubrir dónde está el fallo y buscar una solución.

Cómo definir objetivos SMART: alcanzables

A la hora de establecer objetivos, nos aseguraremos de que podremos alcanzarlos. Para ello, es clave conocer los recursos disponibles. Cuántos trabajadores se implicarán, si especialización, la tecnología y herramientas que tenemos… También el comportamiento del mercado y nuestros competidores, o la macroeconomía.

En base a la información obtenida, podremos establecer objetivos ambiciosos, pero realistas. Ten en cuenta que establecer objetivos inalcanzables jugará en tu contra. Primero, porque cundirá la sensación de fracaso. Y segundo, porque el ver que no se alcanzan dañará la moral de la plantilla.

Cómo definir objetivos SMART: relevantes

No hace falta decir que la empresa perseguirá objetivos que puedan aportar algo. Para ello, será necesario un análisis previo de las cuestiones más destacadas. Solo así podremos lanzar nuevos productos o servicios, reforzar aquellos que son un éxito, introducir cambios organizacionales, etc.

Además de la relevancia, este punto nos ayuda a saber si estamos preparados para ello. En cierto modo, va de la mano del anterior. Sabremos si el equipo está preparado, o si es el momento adecuado. Siempre es importante encontrar el equilibrio entre prudencia y aprovechamiento de oportunidades.

Cuando tratamos la relevancia de los objetivos hay que responder a tres preguntas: cómo lo harás, para qué o por qué. Si respondemos a estas cuestiones, nuestros objetivos SMART tendrán un impacto positivo en la empresa y sus productos o servicios.

Cómo definir objetivos SMART: a tiempo

El último requisito para hablar de objetivos SMART está relacionado con el tiempo. Tenemos que fijarnos un plazo (realista) para cumplir el objetivo. De lo contrario, es un simple sueño, no nos invita a esforzarnos. Establecer plazos nos ayuda a focalizarnos, a centrarnos en el objetivo que perseguimos.

Y no solo eso, también nos facilita el seguimiento de su cumplimiento. Recuperando el ejemplo inicial, “aumentar las ventas un 10%” es algo que puede darse en un mes, en un trimestre o en 10 años. En cambio, si estableces un periodo de tiempo como puede ser un trimestre tendrás un plazo para cumplirlo.

Una buena estrategia es definir objetivos temporales en general, de forma parcial y diaria. Así, sabremos qué hacer hoy, mañana, el próximo mes, en seis meses, en un año… Por ejemplo, si quieres ahorrar 10.000€ en un año para el fondo de contingencia, en seis meses hay que ahorrar 5.000€. Y en una semana, 208.

No olvides que un software de recursos humanos como Sesame HR puede ayudarte a definir los objetivos SMART y completar su seguimiento. Si quieres saber más sobre el tema, no te pierdas los contenidos relacionados en el blog de Sesame HR.


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