Gestión de tareas y proyectos
Qué es la productividad laboral de los empleados y cuáles sus indicadores
Conoce qué es la productividad laboral y por qué es imprescindible para conocer el rendimiento laboral de los empleados.
Gestión de tareas y proyectos
Conoce qué es la productividad laboral y por qué es imprescindible para conocer el rendimiento laboral de los empleados.
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Marcos Lopez
HR Consultant
23 de agosto, 2021
El simple hecho de conocer la productividad laboral permite identificar las áreas de mejora en la empresa, aquellos departamentos o equipos que rinden por debajo de la media. Esta información permite a la dirección tomar las medidas pertinentes para tratar de reforzar las plantillas o equipos y hacerlas más productivas para que la compañía siga creciendo.
La productividad es uno de los indicadores clave en cualquier empresa, y hay que conocer los indicadores que nos la revelan y el tipo de informes de rendimiento laboral que necesita cada departamento de recursos humanos.
Saber qué es la productividad laboral de los empleados es sencillo ya que, es la relación entre el trabajo realizado y los bienes producidos por una persona, además de los recursos utilizados para completar la producción. En líneas generales se habla de bienes producidos, aunque también se puede adaptar a los servicios según el sector al que se dedique la empresa. Cuestiones como el salario, el ambiente de trabajo, el liderazgo o el equipamiento y recursos que tienen los trabajadores influyen en ella.
No es ningún secreto que una mayor productividad laboral siempre beneficia a la empresa, ya que aumentan los beneficios económicos. La empresa alcanzará los objetivos establecidos, logrará reducir los costes, además de los tiempos, será más ágil y la organización en general mejorará. Más allá de estas ventajas, calcular la productividad permite saber qué obstáculos tiene la empresa y anticiparse a estas situaciones no deseadas o controlar desviaciones.
Para saber qué es la productividad laboral de cualquier empresa se utiliza la fórmula Productividad = Productos o servicios producidos / Recursos laborales consumidos. Sin embargo, es muy difícil aplicar esta fórmula trabajador por trabajador. Por eso, a la hora de calcular la productividad de los empleados se recurre a KPIs o indicadores de productividad de empleados, unas métricas con las que se pueden evaluar el rendimiento y la evolución de los trabajadores.
De todos los indicadores de productividad de empleados, este es uno de los más importantes. ¿Por qué? Por una parte, porque indica una sobrecarga de trabajo o falta de tiempo para completar las tareas. Por otra parte, porque suponen un alto coste para la empresa. A la hora de analizarlas hay que tener en cuenta el contexto, por ejemplo los picos de actividad; pero si están relacionadas con un aumento del trabajo quizá haya que reforzar la plantilla.
Cuánto se necesita para completar una tarea? Cuanto más rápido se completen, mejor siempre que el resultado sea el esperado. Se calcula dividiendo el tiempo total en completar la tarea dentro de un tiempo entre el número de veces realizadas. Puede revelar diferencias entre áreas o turnos. Un buen software de recursos humanos como Sesame ayuda tanto a calcular el tiempo empleado en cada tarea como las horas extra.
De nada sirve completar rápido las tareas si el resultado es malo. Por eso, el porcentaje de errores detectados por el control de calidad es uno de los indicadores de productividad de empleados que no se puede pasar por alto. Cuanto menor sea la tasa de fallos detectados, más eficiente será la productividad de la compañía. Un estímulo para la plantilla puede ser publicar los datos de calidad para motivarlos en busca de un mayor rendimiento.
La tasa de rotación de trabajador se obtiene al dividir el número de separaciones por el total de empleados activos durante un periodo de tiempo. Cuanto menor sea, más satisfechos estarán los trabajadores. La empresa ahorra en reclutamiento y capacitación. En cambio, si la tasa de rotación es alta, o tiene algún departamento con un índice de rotación excesivo, hay que analizar qué falla porque la productividad de los empleados se resentirá.
Se trata de un indicador que permite reconocer a los mejores trabajadores de la empresa, los que por ejemplo podrían optar a un ascenso o a ocupar puestos de dirección. Son aquellos que más destacan en las encuestas de satisfacción del cliente, que atienden más llamadas por hora o son capaces de resolver problemas a la primera, los que más venden… En el sentido contrario, se pueden identificar las necesidades de formación del empleado en cada área.
A la empresa, lo que le interesa es vender y este es un indicador clave para analizar la productividad laboral de los departamentos de ventas. Hay que analizar uno por uno a los vendedores y los territorios, y como en el caso de las horas extra hay que ser capaces de contextualizar y ser flexibles. Lo que funciona en un territorio puede no funcionar en otro, y habrá que tomar las medidas oportunas para corregir esas desviaciones.
Finalmente, este indicador básico ofrece una idea del beneficio que genera cada empleado en su área de negocio. La ganancia por empleado se calcula mediante la fórmula ganancia total / número de trabajadores, pudiendo adaptarse al total de la empresa, a departamentos, tiendas, etc. Es muy común cuando la empresa recurre a subcontratas, ETTS o freelances, ya que si la tasa es alta, el rendimiento y la productividad también lo serán.
Estos son solo algunos ejemplos de los indicadores de productividad de empleados más comunes que se pueden encontrar. La clave para que funcionen es mantener el análisis durante meses, de modo que se puedan comparar resultados.
Un análisis esporádico no nos dirá mucho, pero si se repiten periódicamente será más fácil identificar las tendencias de productividad de los empleados.