Gestión de equipos
Qué es la desmotivación laboral y sus causas
Descubre en nuestro artículo qué es la desmotivación laboral de un trabajador y cuáles son las principales causas a tener en cuenta.
Gestión de equipos
Descubre en nuestro artículo qué es la desmotivación laboral de un trabajador y cuáles son las principales causas a tener en cuenta.
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Isabel García
HR Consultant
24 de octubre, 2022
Con total seguridad habrás oído hablar acerca de la desmotivación laboral. Se trata de una de las preocupaciones más habituales de las empresas y afecta a muchos de sus empleados.
Hoy queremos contaros sus principales causas, las razones que hay detrás y cómo detectarlas. Por lo que aquí te dejamos una lista con las nueve causas más comunes de la desmotivación laboral.
Un clásico, ¿verdad? Son muchas las ocasiones en las que nuestros empleados recurren a la búsqueda de información dentro de la empresa. Como es lógico, quieren conocer su proyección, sus roles y su dinámica interna. Sin embargo, es muy común que terminen con las manos vacías.
Esta ausencia de comunicación es vital para entender las razones tras la desmotivación laboral. En especial, cuando hablamos de la relación entre los miembros de un equipo y sus superiores más directos.
El feedback es algo esencial para impedirlo. Y es que solo conociendo a las personas que nos rodean seremos capaces de abordar las mejores estrategias de comunicación interna.
Otro eterno rival para la desmotivación laboral. Según muchos estudios, es una de las razones más frecuentes. Y no nos extraña, ya que todos nos hemos visto alguna vez envueltos en un caso así.
Es un hecho que no podemos aspirar a tener equipos fuertes y competentes si no somos capaces de reconocer su rendimiento y valorarlo cuando es necesario.
La recompensa a través de unos objetivos fijados ayuda a evitar la figura del empleado invisible y posibilita al líder la obtención de más y mejores garantías.
Si en algo estaremos de acuerdo es en que la monotonía es el peor enemigo de la motivación, ¿verdad?
Tareas repetitivas, poca carga laboral o el estancamiento creativo e intelectual dentro de la empresa son algunos ejemplos que seguro te vienen a la mente.
Para combatirla es esencial apostar por una catálogo diverso de tareas que estimulen las inquietudes de cada empleado. Así como disponer de roles dinámicos que permitan descubrir en primera persona el valor diferencial que cada uno llevamos dentro.
Por mucho que se trate de un tema delicado, es capital detenerse a hablar de ello. Algunos trabajadores no sienten como digno su salario y eso es algo que fomenta la desmotivación laboral.
Nuestros empleados deben tener la convicción de que el cargo y las funciones que desempeñan son acordes a su rango salarial. Aunque es menos común de lo esperado, la insatisfacción económica es una de esas señales que no debemos dejar pasar.
La prueba es que, como apunta Steelcase, casi el 40% de los empleados de todo el mundo están insatisfechos con sus puestos de trabajo. Y también con sus sueldos.
Un ambiente sano es necesario para que los trabajadores mantengan su rendimiento estable. A menudo las emociones tienden a contagiarse, estableciendo dinámicas negativas y grupales que favorecen la desmotivación laboral.
Cuidar lo individual sin descuidar lo colectivo es muy importante. Así que recuerda: cada detalle cuenta (¡y mucho!).
A veces, nuestras ideas pueden entrar en conflicto con las de la empresa para la que trabajamos. ¿Imaginas a alguien que sigue una dieta vegana trabajando en una carnicería?
Aunque es solo un ejemplo, la realidad es que sucede más de lo que creemos. Saber gestionar esa dualidad puede ser determinante para mantener el máximo rendimiento.
Trabajar bajo presión se ha convertido en los últimos años en una competencia profesional. La capacidad de enfrentarse a grandes exigencias ha resultado ser un requisito muy valorado por pequeñas y grandes empresas. Y no es de extrañar.
Siempre que exista el balance, es importante que nos enfrentemos a proyectos nuevos y exigentes, ya que de lo contrario podemos caer en la desmotivación laboral.
Así lo garantiza Javier Caparrós, director general de Trabajando.com España y HR Consulting.
Tal vez suene a tópico, pero un objetivo sin un plan es solo un sueño. Para materializar las metas de la empresa, los empleados deben conocer cuáles son los pasos a seguir en cada parte del proceso. Y para eso debe haber un plan trazado.
Una buena planificación y una comunicación transparente ayudará a que estemos un paso más cerca de conseguir nuestros objetivos.
Asegúrate de que los equipos de trabajo conocen cada paso del camino. Y ya sabes, como se suele decir… ¡Todos a una!
En ocasiones tendemos a fijar planes ambiciosos, pero muy lejanos. Es importante que nuestros empleados vean sus metas como algo tangible en el tiempo.
Objetivos a un año vista, con varios trimestres por delante. Es lógico, sí. Aunque combinar estos propósitos con metas a corto plazo ayudará a mantener la motivación en el día a día. Algo clave si queremos huir de la desmotivación laboral.
No hablamos, claro, de grandes objetivos, pero trata de ser inteligente a la hora de organizar un calendario de metas. Si planeamos a corto, medio y largo plazo, todos ganamos.
Vistas las causas, podemos afirmar que la comunicación interna y la exigencia son aspectos muy a tener en cuenta si queremos prevenir la desmotivación laboral en nuestros equipos de trabajo.
Es importante detectar esas primeras señales que nos advierten de lo que está pasando, ya que actuar a tiempo es crucial para trazar estrategias de prevención.
Pero también para ser reactivos y evitar trabajadores descontentos, baja productividad y rendimiento o una gestión ineficaz de las competencias empresariales.
Si quieres saber más sobre todo lo relacionado con la desmotivación laboral, no te pierdas los contenidos del blog de Sesame HR. ¡Te esperamos!